Monchadeho: Hamburguesas, leyendas y mil colores en Cartago

¿Cuando vas a un restaurante o soda qué te hace elegir entre una u otra? A mi me pasa que en ocasiones, la mayoría, la calidad y originalidad de la comida. También voy por la experiencia que hay mientras se disfruta de algo para comer.

Monchadeho, un restaurante de comidas rápidas en Cartago, es uno de esos lugares al que creo que se va y mejor aún se regresa por la experiencia, más allá de solo sus hamburguesas y otros antojos.

Imagine un lugar donde los objetos más comunes se transforman en piezas de arte. Luego multiplique lo que imaginó por cientos y finalmente sirva comida rápida como hamburguesas o papas fritas.

La mejor manera de entender el concepto de Monchadeho es que vea esta galería de fotos, donde se ve claramente que todo en el lugar es arte y al mismo tiempo funcional para su servicio de alimentos y bebidas.

En el menú ofrecen hamburguesas, emparedados tipo lápiz, papas fritas, plátanos maduros con queso, papas que asemejan el estilo de los nachos, pitas y prensadas, entre otros.

Lo singular es el nombre que le dan a sus creaciones, por ejemplo La Macuá, el mico Malo, el Tiro del Zoncho, viejo Verde, Segua del Diablo (emparedado de  queso, con tocineta, aguacate, tortillas tostadas, lechuga y tomate o bien Diablo Chingo (hamburguesa de pechuga de pollo, salsa de queso, tocineta, cebollitas, tortillas tostadas) y así un largo etc.

La idea es que cada producto se presenta con una pequeña historia. Es una idea muy original, aunque a decir verdad al principio me costó entender qué eran algunas opciones, porque como historia muy bien pero a nivel de descripción uno necesita un poco más.

Por ejemplo la Caca e Gato: “Siguiendo siempre al equipo de sus amores, esperaba que su equipo pusiera el corazón en la cancha, que le pusieran más ganas, que le pusieran carnita mechada o pollo a las zacateras” ¿Solo con esa descripción podría adivinar de qué están hablando?

La comida

Por suerte el apartado de las hamburguesas es claro y por ahí empezamos. Pedí una Llorona ¢5.800, una hermosura que incluye lechuga, tomate, aderezo chipotle, tocineta, torta de carne, carne mechada y tiritas de tortilla tostadita.

Esperaba por ese precio que vinieran con papas fritas, algo muy usual, pero en este caso se ordenan por aparte. Obviamente no podían llamarse papas fritas o a la francesa, ahí se deben pedir unos machetes ¢2.200.

La hamburguesa es de muy buen tamaño, hay que ser valiente y además tener buena técnica para tenerla entre las manos y llevársela a la boca. Yo siempre recomiendo aplastarla un poquito y encomendarse a la divina providencia.

El sabor estaba bueno, no espectacular. la carne sabía a carne con su sazón y ya eso es mucho mejor que algunas hamburguesas que he probado. La carne mechuda o mechada le añade una textura distinta y aumenta el sabor.

Para mi juicio el pan es un elemento que podría estar mejor. No está mal, pero con un mejor pan el producto subiría puntos adicionales en la escala. Porque seamos sinceros, si usted suma papas, bebida y hamburguesa fácilmente se acerca a los ¢10.000.

 También se ordenó una más sencilla, que también tenía una torta de 200 gramos (más de un cuarto de libra), queso fundido, tomate, lechuga, tocineta y cebolla ¢4.800. La verdad es la más sencilla pero llenadora.

Debo decir que la torta estaba un poco sobre cocinada en los bordes, pero eso es algo que no le resta sabor.

También quiero detallar que las papas tienen a su favor que es una porción generosa y que recuerda a esas papas de soda de los 90s. Sin embargo creo que el aceite que usan para freír sus machetes estaba más allá de su vida útil, lo que no les permite resaltar el sabor y textura de las delicias que da la tierra, muy cerca de Monchadejo en las faldas del volcán Irazú.

Una breve reflexión final

Si fuera solo por la experiencia gastronómica yo no volvería, pero al ser una experiencia que va más allá con sus paredes intervenidas y pintadas por el artista Alonso Rubí, lo original de la decoración y la buena música es casi seguro que regresaré a meterle un mordisco al Mico Malo o espantar al Pisuicas.

Monchadeho se encuentra del Ebais San Rafael de Oreamuno 75 metros noreste, iniciando la cuesta del Colegio Agropecuario. Lo mejor es usar Waze.

Abren de lunes a jueves de 5 a 9 pm, viernes de 3 a 10 pm, sábados y domingos de 12 mediodía a 10 pm. Teléfono 7299-9727 En Facebook e Instagram aparecen como @monchadeho